ALPINISMO.
HIMALAYA
Seis montañeros de Binissalem,
Felanitx y Porreres
partirán el sábado hacia Pakistán para ascender el Broad
Peak (8.047) JOAN ROTGER. BINISSALEM.
El alpinismo
mallorquín intentará su tercer ocho mil. No obstante, encontrarse en Concordia,
a unos 4.500 metros de altitud con una panorámica envidiable ya justifica el
viaje. Cuatro cimas por encima de los ocho mil es un privilegio accesible a
muchos pero que pocos pueden narrar. En plena cordillera del Karakórum (Himalaya), en zona de
la etnia balti, seis mallorquines se han propuesto
ascender el Broad Peak, un
pico que supera en 47 metros la cota de los ocho kilómetros. Es la duodécima
altura del mundo, una de las catorce cimas que rebasan ese listón y un buen
aperitivo para introducirse en la más alta montaña. Cuatro binissalemers (Biel Salas, Toni Bestard, Tomeu Rubí
y Toni Pons), un felanitxer (Llàtzer Méndez) y un porrerenc (Fede Campos". Estamos ya un poco
hartos de tanto hablar del viaje. Ahora viene lo interesante; vivirlo",
señala el grupo de montañeros mallorquines en una temporada en la que hay que
destacar el primer ascenso al techo del mundo, el Everest (8.848), por una
cordada isleña. Puede ser, sin duda, el mejor año del alpinismo balear después
de décadas de complejos y falta de ayudas privadas e institucionales.
hacia
el campo base, a 4.800 metros. La última aldea es Askole
(3.100). Los 75 porteadores, con bultos de 25 kilos a sus espaldas,
transportarán todo el material. Será una caminata de cuatro o cinco días que
servirá a modo de primer periodo de aclimatación a la altura. Ha sido imposible
contar con recuas de mulas (que en algunas aproximaciones en la zona nepalí y
tibetana con yaks -especie de búfalos que viven a
gran altura- facilita el traslado de material) por haber un paso de muy
complicado tránsito para las bestias. El punto más
interesante es Concordia, llamado así en recuerdo a la monumental y emblemática
plaza parisina. Es posiblemente, a juzgar de muchos, el mejor observatorio para
los amantes a la montaña. Ahí nace el glaciar Baltoro,
que durante 60 kilómetros discurre valle abajo. Desde allí se ven el K2
(segunda máxima altura del planeta con 8.611 metros), los Gasherbrum
I (8.068) y II (8.035) y el Broad Peak
(8.047). En ningún otro lugar del mundo es posible presenciar tal concentración
de ocho miles. Cuando lleguen al
campo base dispondrán de 24 días para conseguir su objetivo. Es en ese momento
cuando empieza el trabajo duro.
Los seis alpinistas
mallorquines reconocen que no hay fijada una estrategia de ataque a la cumbre.
"Depende de muchas circunstancias, de cómo nos encontremos, de cómo se
desarrollen los acontecimientos", señalan. Las bromas se suceden.
Hay buen ambiente, uno de los aspectos que más preocupan a las expediciones
porque hay que compartir muchas horas en las tiendas y en el campo base. "El primer tramo
de escalada con hielo es para Biel -Salas-. Lo ha
prometido", recuerdan los cinco compañeros de escalada casi al unísono. Los meses de junio y
julio son los mejores para intentar el ascenso al Broad
Peak. En esta zona no entran los vientos monzónicos que son los que impiden, por ejemplo, llegar a
la cumbre del Everest en esta época. "En un año bueno
pueden darse dos o tres días malos y cuatro buenos. En otros es al revés.
Esperemos tener suerte y que la meteorología nos ayude", subraya Toni Pons. La primera dificultad
será llegar hasta el campo I. Es el tramo más largo de ascenso, además al
principio están los bloques de hielo -xeracs-
"que complican la orientación; habrá que ir dejando marcas". Sin porteadores de altura Es, sin duda, la
expedición isleña más numerosa. Anteriormente se ha tenido éxito en los
ascensos al Cho Oyu
(8.201), en dos oportunidades, y el pasado 18 de mayo al Everest.
Son los ocho miles en el historial balear. A partir del campo
base se quedan solos. No dispondrán de guías o porteadores de altura. Así que
todo el trabajo de colocación de las tiendas de altura y la subida de material
será una labor única y exclusiva de los mallorquines. En Pakistán comprarán 500
metros de cuerda, de 8 milímetros estática. "Es un absurdo llevarla desde
Palma porque hay que pagar los portes y el precio allí es similar (mil
dólares)". Tampoco han previsto
la utilización de oxígeno. Es por ello fundamental la buena adecuación a la
falta de aire y presión. Es un factor de dificultad añadido y que retrasará la
progresión hacia la cima. Hay dos pasos técnicos
(entre el campo base y el I, y entre éste y el II). El tramo final es aéreo.
Todavía no han decidido si montarán un campo IV avanzado, a unos 7.600 metros
de altura. En referencia a la
preparación, hay risas. "Estamos en la fase de engorde", dicen Fede Campos y Toni Pons. "Ahora se trata de ganar peso porque nos hará
falta tener reservas. La forma física si no la has cogido los meses anteriores
ya no puedes hacer nada", argumenta Campos. Aparte de los dos
patrocinadores principales quieren agradecer la colaboración de un largo
listado de empresas e instituciones: los consistorios de Binissalem,
Porreres, Felanitx, sa Muntanya (Cabrit),
s´Institut, Di7, Federació
Balear de Muntanyisme, Mallorhard,
Vibrats Mora-Rosselló, Palerm, Motorisa, sa Nostra, Consell
de Mallorca (àrea de Joventut),
AA.VV. de Felanitx, Hipercentre, Hospital de Manacor, Instal.lacions
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