Prensa Cos de Bombers Palma
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Viernes, 28 de abril de 2006

 

            El segundo incendio en un mes en Can Valero se agravó por la falta de agua y arrasó 17 naves

El fuego se propagó en unos pocos minutos por distintas empresas repletas de materiales altamente inflamables Las llamas se controlaron anoche pero un retén se quedó para evitar que se reavivaran

LORENZO MARINA

PALMA.- Una espesa cortina de humo negro y tóxico se alzó ayer de nuevo en el Polígono Can Valero. El segundo incendio en apenas un mes que se registra en la misma zona. No obstante, el siniestro declarado ayer tarde fue devastador. Un total de 17 naves industriales resultaron ayer calcinadas por el fuego.

Todo el material almacenado en las 17 naves siniestradas era extremadamente combustible. Desde la pintura en talleres de automóviles hasta la fibra de algunas empresas de embarcaciones de recreo fue consumido por las llamas.

El fuego se inició sobre las 18.00 horas en las naves situadas a la altura del número 26 de la calle Alejandro Laborde. En apenas unos minutos, el incendio se extendió por todas las naves colindantes.

Un trabajador de una de estas empresas resultó intoxicado por inhalación de humo. Fue la única persona que resultó herida durante el incendio. En cambio, los daños materiales fueron multimillonarios.

Un importante despliegue se concentró en torno a las naves siniestradas. Hasta 35 bomberos de Palma, procedentes de los parques de Sa Taulera y el parque central del Polígono Son Castelló, participaron en las tareas de extinción.

Materiales peligrosos

Los materiales altamente inflamables almacenados en naves de uralita provocaron serios problemas para acometer el incendio. Dos bomberos se elevaron sobre las llamas para sofocar el incendio.

Mientras tanto, a ras de suelo, los bomberos se abrieron camino por las naves siniestradas. El trabajo fue a destajo. Por un lado, sacaron los materiales más peligrosos -bombonas de butano, y combustibles- para evitar que el fuego adquiriera mayores dimensiones. Por otro, intentaron sofocar el incendio rociando con agua por todas las estructuras.

Las rachas de aire que soplaban en ese preciso instante no contribuyeron a apagar el fuego. Sin embargo, la acción coordinada desde diferentes frentes sirvió para ir ganando paulatinamente terreno a las llamas.

El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Palma, Alvaro Gijón, se personó en el lugar del siniestro junto al jefe de bomberos Manuel Nieto. En ese preciso instante, los bomberos ya empezaban a controlar el avance del fuego en un lateral. Gijón insistió en que la proximidad entre las naves y los materiales que almacenaban contribuyeron a activar el incendio.

Por su parte, el jefe de bomberos Manuel Nieto abundó en lo variopinto de las empresas afectadas. Eso sí, a su juicio, todas ellas tenían algo en común: «todos los materiales son peligrosos», resumió Nieto.

Un total de 30 policías locales cortaron todos los accesos al área del incendio. También se personaron en Can Valero patrullas del Cuerpo Nacional de Policía.

Poco antes de que cayera la noche el fuego estaba controlado por completo. No obstante todavía quedaban rescoldos susceptibles de reavivarse al menor descuido. Un retén de bomberos permaneció en la zona para tratar de evitar que el fuego en las naves volviera a reiniciarse.

Fuente//  http://www.elmundo-eldia.com/2006/04/28/illes_balears/1146175232.html