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trágico siniestro. El fuego en el ´jamón, jamón´ se convirtió en una emboscada

´¡Apártamelos, que pase la ambulancia!´

La desesperación cundió entre los bomberos al ver cómo el incendio alcanzó a sus compañeros

JuanGaLORENZO MARINA. PALMA. El bar ´Jamón, Jamón´ se convirtió ayer en una trágica encerrona. Cuando los bomberos llegaron al foco del fuego, en el fondo del local, el falso techo se les vino encima. El fuego se encaramó hasta allí y cayó sobre ellos. A tientas, los bomberos fueron sacando a sus compañeros al exterior.

Una multitud se concentró ayer en la calle Andreu Feliu mientras los servicios de extinción trataban de sofocar las llamas en el número 14. Vecinos recién desalojados y curiosos se agolpaban tras el cordón policial.

De pronto, los bomberos sacaron a un compañero afectado por las llamas y el humo. "¡Ambulancia, ambulancia!", clamó uno de ellos. El vehículo sanitario se abrió paso entre una muchedumbre. Un bombero fue sacado en camilla con gestos de dolor y atendido en el vehículo sanitario. Mientras tanto, una espesa cortina de humo negro iba ganando más intensidad.
Acto seguido, otro bombero abrasado fue sacado del remedo de infierno en el que se convirtió el bar. Sus alaridos acallaron a la multitud. "¡Dios, qué dolor!", bramó. Los sanitarios le cortaron la ropa en plena calle. El fuego le había adherido el traje al cuerpo. Sus rodillas despellejadas y sus manos se llevaron la peor parte.

"¡Apártame a la gente, que pase la ambulancia y que no haya nadie tras los camiones!", gritó un bombero. Los rostros desencajados eran la constante. A los más afortunados, el falso techo les respetó. Pero eran perfectamente conscientes de que la tragedia les podía haber golpeado a ellos.

Paralelamente, el ansia de los vecinos por saber el paradero de sus familiares iba en aumento. "Tengo una escuela de pintura y le eché la bronca al vecino. Creí que estaba montando una barbacoa. Al salir he notado el olor y he sacado a mi hija", explicó ayer el pintor Pascual de Cobo. "Tengo allí a mis suegros y no sé dónde están. Me han dicho que los han llevado a la azotea", indicó Juan José Franco.

El concejal de Seguridad, Antonio Donaire, y el edil de Movilidad, José Hila, acudieron ayer a la calle Andreu Feliu. Donaire, por su parte, resaltó que el bombero fallecido no reaccionó a los estímulos después de media hora de reanimación. "Vamos a comprobar si todas las viviendas son habitables. Si hay alguien que no tiene dónde alojarse, le ofreceremos los servicios municipales", recalcó.

Fuente// http://www.diariodemallorca.es/sucesos/2010/08/07/apartamelos-pase-ambulancia/592942.html