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Conmoción en los Bomberos de Palma

Sus compañeros recuerdan consternados el carácter "participativo" de Alejandro Rivas, fallecido en el incendio del viernes

LORENZO MARINA. PALMA. Alejandro Rivas cambió a última hora el turno del viernes con un compañero. La decisión tuvo, a la postre, fatales consecuencias. El bombero se convirtió el viernes en el primer fallecido en acto de servicio en Palma en los 150 años de historia del cuerpo.

La conmoción reinaba ayer en el parque central, en el polígono Son Castelló. Los bomberos, cabizbajos y cariacontecidos, aún no podían encajar la pérdida de Alex. Más conocido en el parque por Harris, debido a su cierto parecido con el actor Ed Harris.

"Todo lo que te pueda decir de él es bueno", resumió ayer Alex Mejías. La vida de este bombero y Alex Rivas iban parejas. Estudiaron juntos en la academia y juntos aprobaron la oposición para ingresar en el cuerpo, en la promoción de 2005.

Alejandro Rivas, de 34 años, era sin duda uno de los bomberos más carismáticos de Palma. Buena prueba de ello es que, después de posar en 2008 emulando a Atlas para su popular calendario, el último año decidió hacer las fotografías para el calendario de 2010.


"Multideportista y dinámico"


Pese a sus coqueteos con la fotografía, su gran pasión era el deporte. Su excelente condición física le permitía una gran versatilidad. Voley playa, capoeira, escalada, atletismo, fútbol, patinaje.... Para todas las disciplinas demostraba una gran destreza. "Era multideportista, muy dinámico y participativo", recuerda Mejías. En los últimos juegos de bomberos, celebrados en Valencia, Alex Rivas quedó cuarto en voley playa.

Además del deporte, su otra gran pasión eran los viajes. Siempre se decantaba por el mismo continente: Oceanía. Antes de ingresar en el cuerpo, Alejandro Rivas estuvo viviendo seis meses en Australia. Luego, pasó dos meses en Nueva Zelanda. En la última visita que hizo con su mujer, Alex Rivas atravesó Australia de Este a Oeste.

También era sobradamente conocida su pasión por el motociclismo. No sólo como motero. Tampoco se perdía un gran premio del Mundial.

Los bomberos celebraron ayer varias asambleas para decidir qué hacer ante la muerte de un compañera. Una situación insólita en el siglo y medio de existencia del cuerpo. Los compañeros de la víctima albergaban sentimientos entremezclados. Finalmente, después de numerosas reuniones los bomberos se decantaron por optar por la cautela.

"Primero vamos a esperar a que la familia lo digiera y a ver qué es lo que dicen los resultados de la investigación policial. Luego, ya veremos", indicó ayer un miembro del parque de bomberos.
Alejandro Rivas estaba casado y tenía un niño que acababa de cumplir los dos años. Este bombero palmesano, criado en Can Pastilla, se había asentado en Puig de Ros, en Llucmajor.

Uno de las propuestas que surgió ayer en las innumerables asambleas celebradas en el parque fue encontrar la fórmula para ayudar a la viuda y al pequeño. Su mujer trabajaba como peluquera, con colaboraciones en la Pasarela Cibeles, y su último proyecto pasaba por intentar abrir su propia peluquería. Un plan truncado de la forma más trágica posible.

Los bomberos de Palma se enfrentaban ayer a una situación, la muerte de un compañero, que sabían como posible pero que se negaban a aceptar. El incendio aparentemente banal en el bar ´Jamón jamón´ se convirtió en el más trágico de su dilatada historia. La inmensa mayoría de los actuantes ya habían cambiado el turno. Las banderas a media asta en el parque eran la señal inequívoca del duelo.

 

Fuente// http://www.diariodemallorca.es/sucesos/2010/08/08/conmocion-bomberos-palma/593161.html