"Pude salvar
a Juanga, pero cuando fui a por Álex
me cayó el techo encima"
J. Bastida | Palma | 09/08/2010 «La actuación fue
correcta. Nosotros teníamos localizado el fuego perfectamente y, en
principio, se trataba de un incendio de escasa importancia. Estaba todo
bastante controlado, pero el problema fue que, contra todo pronóstico,
el fuego lo teníamos sobre nosotros, concretamente en el falso techo, y
nos sorprendió a todos», relata Pep Toni
Far, sargento al mando del operativo, tras recibir a un equipo de Ultima Hora
en la habitación del hospital donde se encuentra hospitalizado.
«Yo intuí que algo no iba bien y decidí entrar.
Conseguí localizar a Juanga -en referencia a Juan
Gabriel Moyá-, que estaba dando bandazos y
desorientado al perder la línea de vida. El chico había acabado
el aire de su equipo de respiración autónoma y se quitó la
mascara. Lo cogí así como pude y lo arrastré hasta fuera.
Después volví a entrar de nuevo en busca de Alex y fue cuando me
cayó encima el techo. Tengo un sabor agridulce, pude salvar a Juanga, pero no a Alex», concluye. Son las 13.30
horas y somos testigos de un momento muy emotivo. Amalia, la madre de Juan
Gabriel, bombero al que el sargento salvó la vida, se lanza a los brazos
de Pep Toni y le dice: «No me cansaré de
darte besos, eres el héroe que salvaste a mi hijo». Ambos rompen a
llorar. La felicidad de Juan y Amalia, padres de Juan Gabriel, no se puede
expresar con palabras. Mientras en la tercera planta de la clínica Juaneda
se encuentran los bomberos heridos, en la primera nos recibe otro de los
grandes héroes del incendio, Dani Ferrer, agente de «Hubo un momento en que nosotros nos tuvimos que
quitar nuestros equipos de respiración y dárselos a los vecinos.
Había dos bebés que tuvimos que tapar y sacar de sus viviendas.
Fueron momentos de mucha tensión», concluye. |