ENTREVISTA. JOAN POL I DIRECTOR GENERAL DE EMERGENCIAS "La extinción de incendios es el
punto débil de Balears"
F. GUIJARRO. PALMA. 23-10-2005 Joan Pol lleva algo
más de dos años al frente de la dirección general de Emergencias, dependiente
de la conselleria de Interior. En este tiempo se han
elaborado los planes de inundaciones, emergencias sísmicas, incendios
forestales y mercancías peligrosas.
-Los peores son aquellos en los que se registran
víctimas mortales, pero quizás la jornada en la que me sentí más desbordado por
depender en gran medida de factores externos, por impotencia, se registró el
año pasado por estas fechas. A las 2 de la madrugada me llamaron a casa desde
Salvamento Marítimo para comunicarme que un superpetrolero,
mucho mayor que el Prestige aunque con doble casco,
iba a la deriva sin gobierno y cargado de producto refinado en medio de un gran
temporal y cerca de Menorca. El encargo que se nos
hizo fue preparar la evacuación de los 20 tripulantes en alta mar y de noche
por si era necesaria y la defensa de la costa menorquina. Se enviaron ocho o
nueve remolcadores de Palma, de Valencia, de Barcelona, de Francia... Los
técnicos decidimos no despertar ni al delegado del Gobierno ni al conseller o al president. Tras
tres o cuatro horas de mucha tensión el buque consiguió remolcarse a sotavento
para su reparación. -Hace dos años reconocía que la situación y la
coordinación de los servicios de emergencias presentaba bastantes zonas
oscuras. ¿Cuántas de aquellas deficiencias siguen sin solventarse? -Se ha avanzado mucho pero aún tenemos que
avanzar más. Estamos mejor que hace dos años, especialmente porque está todo
mucho más integrado, disponemos de más medios. El gran problema de Balears en materia de emergencias es que no hay técnicos,
porque tenemos una economía muy dinámica y se ofrecen trabajos más cómodos o
mejor remunerados. No basta con un título de medicina, por ejemplo, hace falta
experiencia y mucha vocación. Eso nos obliga a buscar profesionales incluso en
otros países. Por eso es tan importante el papel de esta dirección general,
como un aglutinante de los diferentes técnicos que antes estaban repartidos en
distintas conselleries. -¿Qué nivel hemos alcanzado en los tiempos de
respuesta ante las emergencias? En Palma hemos alcanzado unos estándares muy
buenos en todo. Hay muchas ciudades europeas que les gustaría estar a ese
nivel. Cualquier emergencia vital es atendida por el especialista en menos de
cinco minutos. Eso es muy importante, porque la mitad de la población de las
islas vive en Palma. Y esta situación se extiende a los municipios limítrofes: Calvià, Marratxí, Llucmajor... A medida que nos alejamos, el tiempo de
reacción empeora. El policial es bueno, en gran medida porque los cuerpos
locales están bien dimensionados. También en las autopistas se llega a
cualquier accidente de tráfico en un máximo de cinco o seis minutos. En cambio
en el tema de fuego, rescate y salvamento el tiempo de respuesta no es malo
pero nos falla la especialización. Es nuestro punto más débil. -¿Puede ser más concreto? -La distribución de los parques de bomberos de
Mallorca está diseñada hace 20 años. Antes había un solo polígono industrial,
Son Castelló. Desde entonces todos los ayuntamientos han desarrollado
polígonos, pero no se han abierto parques nuevos ni se han especializado en
incendios industriales. Tenemos unos bomberos muy buenos para el tema rural y
forestal, que se complementan muy bien con el Ibanat,
pero ante emergencias industriales y químicas es donde la Comunitat
Autònoma tiene que echar el resto porque el tema no
está solucionado. Los cuerpos de policía o sanitarios han crecido mucho, pero
en la part forana tenemos
los mismos bomberos que hace 20 años. Y hay ciertas zonas de Mallorca, sobre
todo en el norte, como Capdepera, Alcúdia
o Pollença, en la que el tiempo de respuesta
sanitaria se podría mejorar en unos minutos. -Entonces los servicios de emergencias también
presentan carencias de medios. -Hay que completar los medios actuales y
especializarlos en los riesgos que se han analizado en los planes que hemos
aprobado. Lo que no puede ser es que Alcúdia no tenga
un parque de bomberos. Así de claro. Un puerto de mercancías peligrosas, en el
que está Repsol YPF, está Gesa, hay 40.000 plazas
hoteleras... Un Ayuntamiento que cobra impuestos por estas actividades debería
de reservar un solar para un parque de bomberos y ponerse de acuerdo con el Consell y con la Comunitat Autònoma para desarrollar el proyecto. Y además,
históricamente se ha permitido urbanizar a poca distancia de actividades como
las de las empresas antes señaladas. Ahora nos toca informar a la población del
plan de riesgo existente ante cualquier posible incidente en esas
instalaciones, y eso despierta algunas reticencias entre los políticos de la
zona. -¿Cómo se van a afrontar las carencias
existentes en los servicios de emergencias? -En la ley que hemos remitido al Parlament aparece la creación de la Agencia de Gestión de
Emergencias, que se encargará de dar las prestaciones que no ofrezcan los
servicios existentes. Será una administración específica de emergencias que no
tendrá los problemas que tiene la administración pura y dura para gestionarlas.
En ella estarán representados el Govern, el Estado,
los consells y los ayuntamientos. Y podrá tomar
decisiones que a la Administración le resulta más difícil tomar; por ejemplo,
podrá crear un bolsín de 150 personas con formación de bomberos sin necesidad
de que sean funcionarios para cubrir las necesidades que se vayan registrando.
Y sus trabajadores tendrán la categoría de agentes de la autoridad, con
competencias para cerrar una playa o unas instalaciones si es necesario. Esperamos
que la ley quede aprobada este mismo año y podamos dar una solución diferente a
los problemas que ahora tenemos. Para Menorca y las Pitiüses esta agencia será como agua de mayo. Aunque Palma
está bien cubierta y tiene un buen cuerpo de bomberos, para muchas zonas de
Mallorca también comportará un gran beneficio. -Una zona en la que parece existir un especial
interés en elevar la seguridad es en las playas. -El año que viene vamos a empezar un programa
piloto con el que, tras analizar las condiciones del viento y oleaje, saber si
se producirán corrientes de retorno o remolinos, con el objetivo de hacer una
predicción con 72 horas de anticipación. Así podremos advertir de las
situaciones de riesgo en cada playa y, si es necesario, ordenar su cierre.
Incluso podremos adelantarnos y, ante la previsión de que al día siguiente el
tiempo sea malo, avisar a Palma de que aumentará el número de turistas que
acudirán a visitarla por no poder ir a la playa. Así, el ayuntamiento podrá
organizar su policía local con la suficiente antelación para intensificar el
control de tráfico. También estamos analizando los motivos de cada una de las
muertes que se registran en una playa y de los casos que conseguimos salvar,
con el fin de detectar cualquier carencia. No es lo mismo que haya tres muertes
por ahogamiento que por infarto. -Las comunidades autónomas no están demasiado
satisfechas con el hecho de que desde Madrid se decidan las alertas ante
riesgos meteorológicos. El Estado está acostumbrado a lanzar alertas
generalizadas que afectan a varias comunidades autónomas y eso es una
barbaridad, en ese tema ambas partes tenemos una lucha bestial. Se anuncia que
viene el lobo con demasiada facilitad y ha llegado un punto en que la población
ha dejado de hacer caso. Las alertas deben ser mucho selectivas y declararse
desde Balears. Incluso no tienen por qué afectar a
todas las islas. Una de las mayores catástrofes de los últimos 100 años fue el
temporal de 2001, que tiró cinco millones de árboles en Mallorca y que no tumbó
ni uno en Menorca. Lo que queremos es que las alertas
que afectan a Balears se declaren desde las islas -Han anunciado un importante refuerzo en el
centro de emergencias 112. -Este año vamos a superar el millón de llamadas,
y atendemos en cinco idiomas: castellano, catalán, inglés, alemán y francés.
Hemos tenido que intervenir incluso en emergencias del País Vasco para hacer de
traductores. En este momento hay unas 50 personas trabajando en Mallorca, y la
plantilla se va a elevar hasta acercarse al centenar en el conjunto del
archipiélago. Su sede se va a trasladar desde el Paseo Marítimo hasta la
capilla de esta Conselleria. Y queremos hacer centros
en Menorca y Eivissa, no
para la recepción de llamadas sino para la distribución de medios ante una emergencia. -¿Que va a pasar con el resto de teléfonos de
emergencia? -El 061 no se va a publicitar para emergencias,
al igual que el 091 y 092, que serán números para temas específicos sanitarios
o policiales, como la detección de un sospechoso. El 080 y 085 de los bomberos
tenderán a desaparecer. |